Los juzgados y tribunales tardan, de media y dependiendo de los casos, entre dos meses y tres años en resolver cada asunto, y el total de los que estaban pendientes a principios de este año era de 1.790.492, según datos del Consejo General del Poder Judicial.

El tiempo de respuesta de la justicia varía dependiendo del orden jurisdiccional y el tipo de órgano del que se trate, de tal forma que los mayores retrasos se producen en los asuntos contencioso-administrativos, que van desde los ocho meses en un Juzgado hasta dos años y medio o tres años en tribunales superiores y el Supremo.

En el orden penal, el periodo de respuesta oscila entre los dos meses en un Juzgado y un año en los tribunales superiores y el Supremo. Los casos civiles tardan en resolverse una media de seis meses y medio y los del ámbito social cinco meses.

Del total de 1.790.492 asuntos pendientes que había a principios de esta año, la mayoría eran de casos penales, 878.027, seguidos de 737.184 de la jurisdicción civil, 112.286 de la Social y 62.995 de la contencioso-administrativa.