Un cirujano donostiarra deberá indemnizar a una paciente por una liposucción
Fecha: 2005-07-19
(iturria: EFE)
Un cirujano donostiarra deberá indemnizar con 147.945 euros a una joven a la que practicó una liposucción, tras la que sufrió un proceso infeccioso a consecuencia del cual tuvo que ser intervenida en otras tres ocasiones y recibió una incapacidad permanente absoluta.
La Sección Tercera de la Audiencia de Guipúzcoa confirma de esta manera una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 7 de San Sebastián.
Según el escrito de la Audiencia guipuzcoana, al que hoy tuvo acceso EFE, los hechos ocurrieron el 13 de enero de 1999, cuando la chica, de 31 años, acudió a una clínica donostiarra para someterse a una liposucción en el abdomen, los muslos y las rodillas.
El escrito judicial precisa que a su ingreso la paciente "presentaba un buen estado general y como única patología sufría obesidad y moderado descenso del nivel de hierro en la sangre".
Sin embargo, los problemas aparecieron dos días más tarde cuando, tras ser operada, fue dada de alta "con fiebre" para cuyo tratamiento se le prescribió "un antibiótico de amplio espectro" sin que "se agotaran las medidas diagnósticas para confirmar el origen" de la temperatura.
La sentencia precisa además que "la inmediatez de la intervención y la localización y extensión de las incisiones quirúrgicas hacían conveniente su revisión e inspección para descartar una infección de la herida como causa de la fiebre".
"Cuando, una semana más tarde, la paciente ingresó con un proceso infeccioso en el muslo derecho -añade el escrito-, se continuó administrando un antibiótico de amplio espectro sin tomar muestras de la herida para identificar el germen" y comprobar su resistencia a diversos medicamentos, "de tal manera que se demoró sin causa justificada el tratamiento adecuado de la infección, contribuyendo así a su extensión y cronificación".
Por este motivo, la joven precisó de "tres intervenciones quirúrgicas por fístula 'recidivada', tratamiento rehabilitador mediante drenaje linfático durante casi un año y curas diarias".
La sentencia concluye que en este caso "se cumplen los criterios médico legales que permiten aceptar el nexo causal entre la intervención, la infección sufrida e inadecuadamente tratada y el estado residual de la paciente".
A consecuencia de esta actuación la joven sufrió diferentes secuelas como un edema por obstrucción linfática (linfedema) en la pierna derecha, tendencia a inflamación de los vasos linfáticos (linfangitis) en la izquierda, dolores posturales en ingle derecha, cojera en la pierna derecha, síndrome ansioso, neurosis postraumática perjuicio, estético y daños morales.