La violencia constituye actualmente un problema de salud pública. Los protagonistas de la violencia interpersonal en su mayoría no suelen ser enfermos mentales ni pueden ser tratados como tales. Pero hay algunas personas con trastornos mentales que, cuando no están en tratamiento, consumen alcohol/drogas o no cuentan con un apoyo familiar y social adecuado, pueden ser potencialmente  violentas. En este curso se trata de indicar los factores predictores de las conductas violentas y de analizar las respuestas sociales adecuadas ante este reto, así como de hacer frente al estigma de la enfermedad mental.

En la primera parte del curso se va a abordar la relación entre las conductas violentas y las alteraciones psicopatológicas más relacionadas con ellas (trastornos psicóticos, psicopatía y abuso de alcohol/drogas), En la segunda parte se va analizar específicamente la respuesta asistencial a los agresores sexuales y a los hombres violentos contra la pareja. Por último, se va a abordar el problema de cómo integrar la respuesta judicial y asistencial a las personas con un trastorno mental que cometen conductas violentas para rehabilitar a estas personas y proteger al mismo tiempo a la sociedad. Asimismo se va intentar delimitar los predictores de la violencia a fin de tomar las medidas adecuadas antes de que estallen las conductas violentas.

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